El Oidio, llamado también blanquilla o cenicilla, es una enfermedad producida por varios géneros de hongos que atacan tallos jóvenes y hojas. Muy fácil de reconocer ya que la parte superior de las hojas se cubren de un polvo de color blanco o gris claro, llegando a cubrir las hojas por completo en fases avanzadas y viéndose afectados frutos (en el caso de la vid, baja la calidad de la uva si el fruto está afectado) y brotes. Las hojas toman un color amarillento a medida que el hongo avanza llegando a secarse.
Causas de la aparición del oidio
Factores que pueden causar la aparición del hongo en numerosas plantas de huerta y jardín, Euonymus, Vid, Calabacín, Calabazas, Pepinos, Begonias, Rosales, Robles …, son:
- El hongo se desarrolla especialmente en primavera y en otoño, en estos momentos las condiciones de humedad son altas (por la noche) y temperaturas cálidas (por el día).
- Abonos excesivamente nitrogenados.
- Condiciones de poca luz, en el caso de Euonymus, es preferible plantarlos al sol donde no muestran esta enfermedad.
- La humedad también influye, tanto si hay un exceso de humedad ambiental como si el suelo tiene un mal drenaje.
Consejos para evitar su aparición
- Cuando formamos setos y plantamos muy cerca las plantas o han crecido mucho y no existe buena aireación entre ellas también estamos favoreciendo la aparición del hongo. Hay que plantar las plantas teniendo en cuenta la dimensión que va a tener cuando sea adulta y permitir que el aire pase entre unas y otras.
- También conviene limitar el desarrollo de hierbas adventicias.
- No abusar de los productos químicos.
Tratamientos para la planta infectada
Debemos eliminar las partes infectadas y si es necesario, plantas enteras. Quemar todas las partes y desinfectar bien las herramientas que hemos utilizado para evitar propagar la enfermedad.
Podar para permitir una buena aireación.
Valorar si es necesario efectuar el tratamiento fitosanitario, si la planta se infecta en otoño y tira la hoja en invierno puede no ser necesario el tratamiento.
Podemos utilizar derivados minerales como el azufre o cobre, gracias a su poder desinfectante.
Hay múltiples remedios naturales para tratar el oidio, mezclar agua y leche (al 10%) y pulverizar sobre la zona afectada. La Cola de caballo y la Salvia también son buenos preparados vegetales para su tratamiento.
También podemos tratar el oidio con fungicidas sistémicos.
No abusar de productos químicos, leer las instrucciones de uso antes de empezar, siempre usar medidas de protección y respetar la dosificación del fabricante.