El césped es un tapiz vivo, verde y uniforme, de poca altura, que por lo general puede ser pisado y que tiene que soportar la siega. Para conseguir estos fines se utilizan distintos tipos de especies vegetales. Todas ellas cumplen las condiciones anteriormente citadas. Cada una tiene diferentes características, lo cual les hace ser más o menos aptas para el lugar donde queremos instalarlas. Conviene conocer todas las especies para poder determinar cuáles de ellas se adaptan mejor a cada situación.

Su alto coste de mantenimiento y el gasto de agua que implica su implantación hacen que cada día se cuestione más su uso. Hay que tener en cuenta estos factores antes de planificar los espacios que vamos a dedicar al césped para no caer en el error de llevarlo a cabo y luego no poder mantenerlo.

Formas de instalar césped

Podemos establecer el césped de dos formas:

  • Mediante la siembra. En este caso utilizaremos mezcla de varias semillas, los suministradores de semillas suelen venderlas ya mezcladas. Lo único que tendremos que ver es qué especies se adaptan mejor a la zona donde las vamos a sembrar. Esta forma es lenta, se tarda más tiempo en conseguir un buen tapiz verde, pero es la más económica.
  • Mediante la instalación de tepes. Al igual que en la siembra, debemos de informarnos acerca de la mezcla que llevan los tepes para saber cuál va a ser el que mejor se va a adaptar a nuestras necesidades. Los tepes son pedazos de tierra cubiertos de césped, cortados y enrollados para facilitar su transporte. Esta forma es más rápida y también más cara.

Previo a esto hemos tenido que hacer labores en la zona donde queremos ubicar el césped. Necesitamos al menos 20 cm de profundidad con un terrero mullido, liso, libre de piedras y otros elementos, libre de hierbas y que tenga buen drenaje.

Cómo preparar el terreno para incorporar el césped

1º Removeremos toda la superficie del terreno, eliminando toda la vegetación. Siempre quedan restos de semillas y raíces que eliminaremos. Primero regaremos la superficie durante 3-4 días, esperaremos a que crezcan todas las hierbas. Después, trataremos con un herbicida sistémico no residual. A los pocos días todas las hierbas habrán muerto y ya no serán problema.

2º Aplicaremos un fertilizante orgánico: humus de lombriz, mantillo… respetando dosificaciones. En caso de que el terreno sea muy arcilloso, añadiremos también arena de río para evitar encharcamientos.

3º Daremos una cava profunda al terreno (de entre 20-30 cm de profundidad, mezclando la tierra con los elementos que hemos añadido anteriormente. Lo podemos hacer con una azada o con un motocultor).

Es el momento de instalar el riego, lo más habitual es instalar unos difusores. Dependiendo de la superficie, habrá que ver cuántos son necesarios. Hay que tener en cuenta la presión de la red de agua y las características de cada difusor.

5º Rastrillaremos todo el terreno, eliminando todos los elementos de mayor tamaño, como piedras, residuos… que hayan podido aparecer en la cava. Dejaremos el terreno nivelado y llano, sin ondulaciones.

Por último, pasaremos un rulo para dejarlo completamente liso. Si al pasar el rulo quedan irregularidades, volveremos a pasar el rastrillo y posteriormente el rulo hasta que quede completamente nivelado y liso.

Después de todo esto, tendremos nuestro terreno para recibir la siembra o la instalación del tepe.

Distribución de las semillas

Para distribuir la semilla, debemos ver la cantidad que nos recomienda el fabricante por m². Si nos recomienda 500 g. de semillas para cada 50 m², es muy complicado realizar una distribución uniforme. Si le añadimos 2 kg de arena de río a esos 500 g de semillas y los mezclamos bien, tendremos 2,5 kg para distribuir en los 50 m², lo cual será mucho más cómodo y sencillo.

Una vez distribuidas las semillas debemos de cubrirlas. El mantillo esterilizado (sin semillas que puedan germinar) es una buena opción. Cubriremos las semillas con 1 cm de mantillo. Pasaremos un rulo liso y regaremos a continuación en dosis bajas pero muy frecuentes, evitando siempre que tanto el mantillo de la superficie como la semilla se sequen. Habrá que tener especial cuidado los días de mucho viento.

Cuando el césped haya crecido unos 3 cm, espaciaremos más los riegos mojando cada vez más. En el momento que el terreno empiece a verdear aplicaremos un abono de liberación lenta con un N-P-K de 15-15-15. En el momento que el césped ha alcanzado una altura de 5 cm haremos la primera siega, siempre que la hierba esté seca.
No pisar hasta pasados 45-60 días, únicamente para la siega.

La época de siembra más adecuada es la primavera y comienzos del otoño.

Instalación de tepe

Para la instalación del tepe, llegados al paso 6º, suministraremos una buena capa de humus o mantillo. Instalaremos el tepe el mismo día de su traslado, evitando así que se pueda secar en exceso. Iremos colocando los tepes sin que se solapen unas planchas con las otras, en caso de que queda algún pequeño espacio, 2 cm, rellenaremos posteriormente con arena de río y mantillo.

Si tenemos que realizar algún corte en un rollo lo haremos con una pala plana o con un cuchillo bien afilado y desinfectado.

Para finalizar pasaremos el rulo liso para que el tepe quede totalmente asentado en el terreno.

Regaremos abundantemente y a diario durante las primeras dos semanas. En la tercera semana espaciaremos un poco más el riego.

En el caso de los tepes no debemos esperar tanto hasta poder pisarlo, el tiempo se reduce a la mitad.

La época de plantación de tepes es más extensa, la podemos realizar en cualquier época del año evitando siempre los días de más calor y de frío intenso.

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